Todavía recuperándome de la resaca de los Oscar 2023, creo que es el momento de echar la vista atrás y de hacer algo que debería haber hecho hace bastante tiempo: una lista con las que han sido para mí las mejores películas del año. Antes de nada debo aclarar varias cosas, pues es normal que surjan confusiones dado que este tipo de listas se suelen hacer siempre al final del año que acaba, o como mucho a principios del siguiente. Pero yo, que me gusta ir siempre un poco por libre, decido siempre esperar a que llegue la temporada de premios y por eso mis listas de lo mejor del año tienden a verse un tanto condicionadas por los Oscar. En esta ocasión, he decidido hacer una selección de las que han sido para mí las 16 mejores películas del año, teniendo en cuenta aquellas películas estrenadas en España durante un periodo comprendido entre marzo de 2022 y marzo de 2023. Quería que fueran 15 por tener un número más redondo, pero me ha sido imposible quitar una de las 16 finalistas que han pasado la criba. Muchas se han quedado fuera, porque haciendo balance creo que ha sido un año excepcional en cuanto a cine, por eso he decidido hacer también al final de la lista algunas menciones especiales que creo necesario remarcar.
No me enrollo más y vamos al lío.
16) ‘Marcel the Shell with Shoes On‘, de Dean Fleischer Camp

Jamás pensé que un falso documental protagonizado por una pequeña concha con zapatos fuera a convertirse en una de las películas más sorprendentes, divertidas, alucinantes y emotivas que he visto en mucho tiempo. La historia combina de forma totalmente orgánica la acción real con la animación stop motion y navega entre un estilo realista propio del documental con el surrealismo y la fantasía, ambos mundos totalmente integrados de forma sorprendente y muy natural. La película incluye además importantes reflexiones acerca del paso del tiempo, la búsqueda de la identidad, el salirse de la zona de confort o la pérdida y habla también sobre la importancia de saber encontrar cuál es nuestro sitio en este mundo. Todo esto combinado con secuencias verdaderamente divertidas e inesperadas. Marcel, la pequeña concha con zapatos, es sin duda uno de los mejores personajes que nos ha dado al cine en mucho tiempo y es imposible no quererle y amar su historia. Aunque ‘Pinocho de Guillermo del Toro’ es una excelente película, que también podría haber entrado perfectamente en esta lista, creo que ‘Marcel’ hubiera sido una muy merecida ganadora del Oscar a Mejor película de animación este año. Gran sorpresa.
15) ‘Mantícora‘, de Carlos Vermut

Con sólo tres películas, Carlos Vermut ya se había convertido en uno de los directores más rompedores y distintivos del cine español reciente, especialmente con ‘Magical Girl’, para mí una de las mejores películas españolas de lo que llevamos de siglo. Con ‘Mantícora’, su cuarta película, Vermut se consolidadando un paso más allá en un cine ya de por sí bastante atrevido, marcando su característico sello personal en una historia de la que es mejor no saber mucho y dejar que te sorprenda. Vermut construye un protagonista hiper complejo, interpretado a la perfección por un entregado Nacho Sánchez (verdadero merecedor del Goya al mejor actor este año), en una película que habla sobre un tema muy difícil de abordar, que conviene tratar con preocupación y un cierto grado de distancia, para evitar caer en todo tipo de polémicas. Vermut consigue en la película crear atmósferas verdaderamente tensas y turbias que parten de lo mundano, del día a día de su atormentado protagonista, un hombre que quiere escapar de sí mismo para evitar convertirse en un auténtico monstruo. De los guiones más sorprendentes y arriesgados del año y una película que consagra sin ninguna duda a Carlos Vermut,como uno de los mejores cineastas del cine español actual.
14) ‘Los Fabelman‘, de Steven Spielberg

Spielberg nos abre su corazón en la que es su película más claramente autobiográfica y personal, compartiendo con nosotros su infancia y cómo nació su amor por el cine y por hacer películas, con una cierta vulnerabilidad incluso al hablar de su vida. Una historia de estructura sencilla con ese carácter emocional que es marca de la casa y que tiene mucho también de coming of age. Michelle Williams está fantástica en su papel de madre, también artista, que anima a su hijo desde pequeño a perseguir su sueño, consiguiendo transmitir tanto ternura como dolor en distintos momentos gracias a su increíble interpretación, que es de lo mejor de la película. ‘Los Fabelman’ es un homenaje por parte de Spielberg a esas películas con las que creció y que despertaron su sueño de ser director y, por extensión, es también un emotivo y logrado homenaje al séptimo arte a través de la vida y la historia de uno de las personas que mejor lo conoce. Es muy probable que cualquier cinéfilo o persona que quiera en un futuro dedicarse a esto se sienta identificado con algunos momentos de la historia que se cuenta.
13) ‘As Bestas‘, de Rodrigo Sorogoyen

La gran triunfadora de la última edición de los premios Goya y sin duda una de las películas más comentadas del año. También de las mejores. Sorogoyen ya había demostrado con sus anteriores películas, todas sobresalientes (especialmente ‘El reino’) que era uno de los mejores directores en activo del cine español y esto se mantiene con esta película, que puede contener fácilmente los mejores diálogos y las mejores interpretaciones del año, destacando sobre todo a un inmenso e imponente Luis Zahera (aunque los actores franceses no se quedan nada cortos). Un manejo de la tensión brutal a lo largo de todo el relato y una dirección de actores impresionante hacen de esta película una de las mejores del año. Digna triunfadora de la pasada ceremonia de los premios Goya.
12) ‘La Maternal‘, de Pilar Palomero

Pilar Palomero ya demostró con ‘Las niñas’ su primera película, que era una de las cineastas noveles más interesantes y talentosas del cine español. En aquella película ya daba a ver un gran talento para contar historias íntimas a través de jóvenes protagonistas, algo que en ‘La maternal’ vuelve a reafirmar con creces. Su segundo film cuenta una historia realmente cruda, que en otras manos quizás hubiera tendido más al dramatismo, pero que Palomero refleja con una honestidad y un naturalismo realmente impactante, sin juzgar en ningún momento a su joven protagonista, una niña de 14 años que se acaba de quedar embarazada, interpretada por la joven Carla Quilez, absoluta revelación y una de las mejores interpretaciones del año. Lo que transmite es pura verdad, algo especialmente notable en la secuencia en la que el resto de jóvenes embarazadas comparten su historia y ella se limita simplemente a mirarlas, sin ser del todo consciente de que hace ahí y que es lo que está pasando. Es realmente prodigiosa la manera en la que la cámara se acerca a esta jovencísima madre y vemos a través de sus ojos cómo se enfrenta a lo que le está pasando, una madurez forzada que choca con una inocencia que todavía no ha perdido y con una adolescencia tremendamente frustrada. Absolutamente recomendable y necesaria.
11) ‘Elvis‘, de Baz Luhrmann

Otro de los mayores fenómenos del año. Una película inmensa, colosal y ambiciosa en la forma, en la línea del trabajo de su director, Baz Luhrmann. El director de ‘Moulin Rouge’ recorre de manera fascinante la vida del rey del rock, el hombre convertido en leyenda Elvis Presley, combinando la parte más oscura y triste de su vida con la más luminosa y espectacular en la que somos testigos de como se fue creando ese mito como fue Elvis. La escena en la que se recrea la primera vez que dio muestra de su característico movimiento pélvico ante miles de fans absolutamente extasiadas es de lo mejor de la película y funciona a la vez como un resumen de la misma, de todo lo que provocaba el cantante. Y ahí lo entiendes todo. Austin Butler ES Elvis Presley y su increíble interpretación, además de merecer todo premio existente, le debería catapultar sin duda al estrellato. Una película imprescindible y fascinante a todos los niveles.
10) ‘Puñales por la espalda: El misterio de Glass Onion‘, de Rian Johnson

La película de Netflix ha respondido de manera contundente a una pregunta que deberían hacerse muchas secuelas: ¿Cómo mejorar una primera entrega que ya de por sí era buenísima? La película lo ha hecho simplemente gracias a uno de los mejores guiones del año, con una construcción de personajes ejemplar y la mezcla perfecta entre el whodunit clásico y la sátira social más divertida y ácida, que incluye chistes, reflexiones y comentarios acerca del comportamiento de los ricos en un mundo post COVID 19. Una película muy entretenida, divertida y sorprendente, ya que contiene numerosos puntos de giro que no ves venir, lo que hace de su visionado un disfrute absoluto, un puzzle en el que todas sus piezas encajan a la perfección, añadiendo un punto más provocador y un humor más negro que la primera entrega. Todo esto contando con un reparto en auténtico estado de gracia, en el que todos están entregados a la causa, destacando especialmente a Janelle Monae, que tiene el papel de mayor lucimiento interpretativo y a una divertidísima Kate Hudson, que se ríe de sí misma con un brillante sentido del humor. Sin olvidar obviamente al Benoit Blanc de Daniel Craig, un personaje ya icónico en el que se nota además que el actor disfruta interpretándolo.
9) ‘Red Rocket‘, de Sean Baker

Sean Baker se ha convertido en uno de mis cineastas favoritos, ya que sus dos anteriores películas, ‘Tangerine’ y ‘The Florida Project’, me parecen dos absolutas obras maestras y con esta película no se queda nada atrás. Baker continúa reflejando el lado menos amable del sueño americano en una película que se centra en un ex actor porno venido a menos, que regresa a la casa de su ex mujer para pedirle dinero y aprovecharse de ella. El personaje principal es fácilmente de los más odiosos, egoístas y narcisistas que nos ha dado el cine en los últimos años y durante gran parte de la película lo único que tienes ganas como espectador es de darle un guantazo ante su modo de comportarse. Pero si esto es así es porque es un personaje muy bien escrito y, sobre todo, interpretado a la perfección por Simon Rex, actor que trabajó realmente en el porno como su personaje y que es conocido por su papel en la saga de ‘Scary Movie’. La película también destaca por ese sentido del humor tan característico de su director y por una fotografía preciosa que enmarca esos espacios en los que se mueven los personajes con total naturalidad, como si fueran incluso escenarios de un cuento de hadas, olvidándonos de que son lugares marginales en el que los que gente vive resignada y sin ningún tipo de ambición. La película encumbra a Sean Baker como uno de los cineastas que mejor saben reflejar esa frustración del sueño americano en ambientes marginales con historias protagonizadas por personajes complejos parte de esa white trash americana (que tienden a no caer bien como en este caso) que hacen lo que sea con tal de sobrevivir, viviendo su propia mentira.
8) ‘Top Gun: Maverick‘, de Joseph Kosinski

Para mí, la mayor sorpresa del año. En el sentido de que jamás pensé que una secuela de ‘Top Gun’ (una buena película…pero ya está) se convirtiera en una de las mejores y más importantes películas del año. La responsable de haber salvado los cines en 2022 es una película espectacular, en todos los sentidos, de esas que conviene ver en pantalla grande, ya que contienen algunas de las escenas de acción más impresionantes del año, realizadas de una forma de hacer cine que recuerda a décadas pasadas, algo que en medio de tanto blockbuster y película de algoritmo, prefabricada y cargada de CGI, era algo que estaba quedándose atrás. La película guarda además un gran respeto a la original y el componente de nostalgia parte de ahí y está perfectamente integrado en una trama que, si bien puede resultar predecible, sigue siendo muy emocionante de ver, sobre todo en lo visual y en el cariño que guarda a sus personajes y a la historia original. La película me dejó una de las mejores sensaciones que he vivido este año al salir de la sala de cine, vibrando especialmente en su tramo final, coronado por la épica banda sonora y la canción original de la película, cantada y compuesta por Lady Gaga,
7) ‘Cinco lobitos‘, de Alauda Ruiz de Azúa

2022 fue sin duda un año en el que el cine español vivió una etapa de máximo esplendor sin precedentes, en cuanto a calidad y diversidad de sus propuestas. En esta lista, además de los films nacionales anteriormente mencionados, podrían haber entrado también películas como ‘Alcarrás’ de Carla Simón, que también considero como una de las imprescindibles del año. Pero a título personal es ‘Cinco Lobitos’ la que se ha convertido para mí en una de las mejores películas del año, por su naturalidad y realismo a la hora de tratar un tema tan complejo como la maternidad y sus consecuencias. Es una película real, que trata un tema universal y que cuenta con unos actores absolutamente magistrales, destacando especialmente a la protagonista Laia Costa y a Susi Sánchez, que interpreta el papel de su madre, aunque el resto del reparto no se queda nada corto. Sencilla, cotidiana y conmovedora a partes iguales, el debut en la dirección de Alauda Ruiz de Azúa es sin ningún tipo de duda una de las mejores películas del año.
6) ‘Close‘, de Lukas Dhont

‘Close’ refleja de manera excelente, cruda y con una gran sensibilidad cómo es el proceso de lidiar con emociones a las que todavía no sabes poner nombre, a través de los ojos de su joven protagonista, un niño de 12 años (cuyo actor nos regala una de las mejores y más emotivas interpretaciones del año). Éste experimenta un coming of age en toda regla, pero es un periodo de autodescubrimiento precipitado por un suceso tremendamente traumático e inesperado ante el cual no sabe cómo reaccionar en un inicio, pues nadie te prepara a esa edad para enfrentarte ante una situación como la que él vive.
La película, que conviene ver sin saber nada de la trama, apunta directamente al corazón del espectador siendo prácticamente imposible no emocionarse con su historia y con la forma tan delicada y natural con la que está contada, a través de una muy sutil puesta en escena cargada de pequeños detalles llenos de significado y de unos silencios y miradas del niño protagonista que transmiten todo un abanico de sentimientos que van desde la rabia a la culpa sin necesidad de decir nada. La cámara sigue a este personaje todo el rato pero sin asfixiarle, sin necesidad de llevar sus emociones al extremo, sino dándole el espacio y tiempo necesarios para que gestione su dolor y entienda que es lo que está sintiendo. El trabajo de dirección es en este caso magnífico, como lo es por extensión la propia película, cuya sensibilidad y crudeza con la que se acerca a los temas que trata la hacen digna de considerarse un film de referencia.
5) ‘El triángulo de la tristeza‘, de Ruben Östlund

Después de ‘The Square’, anterior película de su director, esperaba con enormes ganas esta película y ha logrado cumplir con creces mis expectativas, superándolas incluso. Tremendamente divertida, sorprendente, mordaz y a veces muy poco sutil en su feroz crítica a las clases altas. Ostlund retrata a los personajes ricos en la película como personas absolutamente frívolas, ridículas y los humilla y se rie de ellos de una forma que se hace extremadamente explícita en un segundo acto en el que parecen muñecos constantemente golpeados para provocar la risa en el espectador.
El film combina a la perfección la comedia negra con la ácida sátira social y el humor absurdo e incómodo con el humor más abiertamente escatológico. La divertidísima primera secuencia con la que arranca el film da paso a una brillante presentación de la pareja de modelos protagonista, en una escena tensa y, al igual que el resto de la película, escrita de manera brillante y muy inteligente. Su tercer acto es el que puede resultar más sorprendente e interesante y el que lleva a una de las reflexiones más importantes de la película: la inversión de los roles de poder y como el acceso a este poder y a una posición de superioridad corrompe tanto a ricos como a pobres. Su final, conscientemente abierto y un tanto abrupto, puede resultar atrevido, pero es coherente con el tono de la película y esa incógnita que queda en el aire esperando ser respondida por el espectador no es más que una parte de ese juego que nos propone Ruben Ostlund, cargado de una reflexión brutal y un mensaje claro y contundente. En conclusión, una de las películas más divertidas, sorprendentes y gamberras del año. Hacía tiempo que no me lo pasaba así de bien en una sala de cine.
4) ‘TÁR‘, de Todd Field

‘TÁR’ es una película que no deja indiferente y es de esas que se queda contigo tiempo después de haberlas visto, provocando la reflexión y el debate acerca de lo que acabas de ver. La cinta escrita y dirigida por Todd Field no es para menos. El retrato que hace de su figura central es brutal, la fría Lydia Tár, autoritaria, enigmática y de carácter extremadamente fuerte, brillantemente presentada desde el inicio de la película y magistralmente interpretada por una Cate Blanchett que debería ganar con este papel su tercer Oscar. Ella no interpreta a Lydia Tár, ella lo es. Otro de los puntos fuertes de la película es la manera en la que poco a poco se va presentando el tema y el conflicto, a través de pequeños detalles muy cuidadosamente integrados en cada escena desde el principio y de los que apenas te das cuenta si no estás prestando total atención. La película propone así una especie de juego con el espectador, que es el que va atando cabos y recogiendo las pistas que Todd Field presenta según avanza la trama, en un minucioso trabajo de dirección y de manejo del ritmo y la puesta en escena. Aunque opte por resolver de forma ambigua la mayoría de las cuestiones que plantea la película, Field se atreve a abordar temas bastante complejos como los abusos de poder, la cultura de la cancelación o la idea de separar la obra del artista. Lo hace desde un punto de vista bastante original y nada frecuente, siendo esta una de las razones por las que considero a TÀR como una de las películas más arriesgadas del año. Y también como una de las mejores y más complejas.
3) ‘Aftersun‘, de Charlotte Wells

‘Aftersun’ es una de esas películas que conviene reposar durante un tiempo, ya que la huella que deja en el espectador perdura mucho después de su visionado. A simple vista, la película parece algo simple y sencilla, pero es en los pequeños detalles y en la milimetrada y cuidadisima puesta en escena donde se nos revela todo el trasfondo de la historia. Aquí nada está dejado al azar, todos y cada uno de los planos contienen información y nos revelan algo de los personajes, principalmente eso que no se dice con palabras. La película juega con el tema de la memoria, el recuerdo, el duelo y la nostalgia, moviéndose entre el pasado y el presente a través de los ojos de una hija que recuerda unas vacaciones que pasó con su padre. La información que nos da la película puede parecer escasa y su final deja a priori más preguntas que respuestas pero, pasado un tiempo, te vas dando cuenta poco a poco de que todas las piezas del puzle empiezan a encajar y es entonces cuando descubres que es eso que te acaba de contar la debutante Charlotte Wells en la película. Y entonces sólo puedes aplaudir esa maravilla visual que acabas de ver, contada con un estilo tan poético como único y personal, pareciendo mentira que se trate de un debut.
La contenida pero a la vez compleja interpretación de Paul Mescal es de las mejores y más interesantes del año y celebro que una interpretación de este tipo haya sido nominada al Oscar, aunque echo de menos una mayor presencia de la película en estos premios. Además, destaco el acertadísimo uso que se hace de las canciones que aparecen en la película, siendo uno de esos detalles que apoyan lo que no se está contando con palabras. En definitiva, ‘Aftersun’ es una auténtica sorpresa que destaca sobre todo por su uso del subtexto y en su apartado visual, clave para contar esta historia, que agradece sin duda un segundo visionado para apreciar más todos esos detalles que incluye la directora en una muy cuidada puesta en escena.
2) ‘Todo a la vez en todas partes‘, de Daniel Kwan y Daniel Scheinert

La gran triunfadora de los Oscar este año, consiguiendo un total de 7 estatuillas y una de las películas más premiadas, celebradas y comentadas del año. Si hay una película que ha marcado el 2022 es sin duda ‘Todo a la vez en todas partes’, al menos en cuanto a crítica y premios. Y no debería resultar extraño porque la película supuso sin duda una de las experiencias más sorprendentes, divertidas y alucinantes que pude vivir en una sala de cine el pasado año. Es una película llamada a hacer Historia (y en parte así lo ha hecho), convertida ya en un clásico de culto instantáneo para las nuevas generaciones, tanto de espectadores como de cineastas. La película es una explosion de creatividad y de imaginación desbordante que, sin embargo, en el fondo de esa locura multiversal cuenta una historia profundamente humana. Los Daniels se confirman como auténticos prodigios del cine de fantasía y ciencia ficción, con un estilo muy particular y distintivo que sin duda influenciará a una gran cantidad de películas que vendrán posteriormente. Divertida, loca, entremetida, salvaje y conmovedora a partes iguales (esa escena de las piedras…de lo mejor del año), con unos actores entregadísimos que lo dan todo (a la vez en todas partes) en cada momento. La película es obviamente, a pesar de que pueda causar rechazo a gran parte del público, una de las mejores de los últimos años y una evidencia de que está cambiando la forma de hacer cine y que los nerds y aquellos que han sido tradicionalmente apartados del sistema hegemónico están empezando a reclamar su sitio en primera fila.
1) ‘Babylon‘, de Damien Chazelle

Lo he dudado bastante pero aquí está la que ha sido para mí la mejor película del año. ‘Babylon’ es una de las películas que más ganas tenía de ver este año por muchos motivos. Principalmente porque Damien Chazelle es el director de una de mis películas favoritas de todos los tiempos como es ‘La La Land’ (y ‘Whiplash’ también me parece una obra maestra). Dicho esto, ‘Babylon’ no solo ha estado a la altura de mis expectativas sino que directamente las ha reventado. Es como una versión extrema, salvaje y sin filtro de ‘La La Land’, con momentos que me han recordado también a ‘Boogie Nights’, otra de mis películas favoritas. Durante todo su primer acto se nota un dominio absoluto del ritmo y de la puesta en escena, sin dejar respiro al espectador en un continuo desfile de estímulos sonoros y visuales. Su primera hora y media contiene fácilmente las mejores y más impresionantes secuencias que he visto en una pantalla grande en muchísimo tiempo (la primera escena de la película, protagonizada por un elefante, es sin duda una declaración de intenciones en cuanto al tono de la película).La presentación de personajes, la escenografía, los movimientos de cámara… todo está concebido de forma espectacular. Cuenta además con la que sea posiblemente la mejor banda sonora del año, a ratos atronadora y frenética como es la propia película, que te envuelve en una atmósfera muy particular que hace del visionado una experiencia alucinante que hacía tiempo que no vivía en una sala de cine (a pesar de su duración me hubiera quedado más tiempo en esta película).
La película refleja una de las épocas clave en la industria de Hollywood, pero lo hace sin glamourizarla en absoluto, es más, lo que hace es más bien todo lo contrario: mostrarla de forma sucia y satirizar su patética y exagerada ostentación en personajes y situaciones cercanas a la caricatura y con un tono con muchos toques de humor negro e incluso absurdo. Los personajes son sobre todo exagerados y llevados al límite, pero muy bien construidos desde el primer momento y con un arco de auge y caída muy bien perfilado a lo largo de toda la trama. El tono de la película cambia cuando la historia refleja el paso del mudo al sonoro y el ritmo tan frenético con el que había empezado disminuye, pasando a un tono más solemne y oscuro por momentos, con toques incluso de thriller y suspense (la secuencia de Tobey Maguire, aquí más Duende Verde que Spiderman, da terror absoluto).
Mención aparte para Margot Robbie en la que es posiblemente su mejor interpretación hasta ahora, en un personaje destinado a ser absolutamente icónico desde la primera escena en la que aparece, devorando completamente la pantalla en cada una de sus escenas en las que lo da todo, todo el rato. Lo de que no haya sido nominada a los Oscars me parece uno de los mayores crímenes perpetrados por la Academia en mucho tiempo. No obstante, todo el reparto de la película está excelente, destacando a un debutante Diego Calva, hilo conductor de todo el relato que cumple con creces su papel, logrando estar a la altura de sus increíbles compañeros de reparto y un muy divertido Brad Pitt, en un papel en el que demuestra de nuevo que últimamente lo que quiere este hombre es salir en películas en las que se lo pase bien, ya que hace años que no tiene nada que demostrar. Damien Chazelle no solo ha demostrado que es uno de los mejores directores de la actualidad, llevando a un nivel superior muchos de los temas que ya había tratado en sus anteriores trabajos, sino que ha conseguido articular una muy particular carta de amor al cine, hecha desde un punto crítico en el que se muestra de una forma explícita y sin miramientos toda esa decadencia y suciedad que oculta la industria de Hollywood. Porque a pesar de lo injusta y cruel que es esta industria, nos es imposible no emocionarnos cuando vamos al cine o no sentir esa magia cuando vamos a una sala o cuando vemos una película que nos ha marcado. Y esto es una reflexión que la película deja, después de la que es para mí una de las mejores y más sorprendentes secuencias finales que he visto jamás en una pantalla de cine. Una experiencia llena de estímulos que no dejan indiferente al espectador, como lo es, en definitiva, la propia película.
‘Babylon’ es una película que tiene sus altibajos, sí, y que también puede ser imperfecta, pero ¿no lo es también la propia industria de Hollywood?
Algunas películas que se han quedado fuera de la lista pero que quiero resaltar son la entretendísima ‘Bullet Train’, la satírica y sorprendente ‘El menù’, ‘Black Panther: Wakanda Forever’, una de las películas más emotivas y con mayor profundidad narrativa y dramática de Marvel, la vapuleada ‘Blonde’, que a mí sí que me convenció bastante, la visualmente impresionante ‘The Batman’, quizás la mejor adaptación del caballero oscuro desde la trilogía de Nolan con un Robert Pattinson en modo Bruce Wayne emo o la muy disfrutable ‘Do Revenge’, una película de Netflix protagonizada por Maya Hawke que homenajea de manera muy sorprendente a clásicos de instituto como ‘Clueless’ o ‘Chicas malas’, subvirtiendo sus códigos.
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