Después de su primer acercamiento a Netflix con ‘Mank’, David Fincher regresa a la plataforma de streaming con una nueva película, que pertenece al género en el que más cómodo ha estado siempre: el thriller. 

Con ‘El asesino’, Fincher vuelve a demostrar de nuevo su gran dominio dentro del lenguaje audiovisual de este género, en una película de venganza estructurada en capítulos, al más puro estilo ‘Kill Bill’.

El film presenta, no obstante, un inesperado y marcado tono solemne y sobrio, evitando espectaculares y vistosas escenas de acción y prefiriendo un ritmo más calmado en la mayoría de su metraje. Calmado pero nada pausado.

Aunque la trama de ‘El asesino’ no sea precisamente novedosa ni sorprendente a grandes rasgos, lo destacable de este film es la manera en la que Fincher domina la tensión y la puesta en escena como nadie. Para ello, destaca un brillante uso del montaje, especialmente en su magnífica secuencia de arranque, quizás la mejor del film, en la que se presenta al asesino protagonista, mediante una voz en off presente en toda la película.

La película presenta un tono igual de frío que su metódico protagonista, interpretado por un Michael Fassbender más ‘American Psycho’ que nunca. El actor regresa tras varios años de parón a la gran pantalla, para recordarnos que es uno de los mejores actores de su generación. Destaca también Tilda Swinton en un pequeño pero muy contundente papel.

En definitiva, ‘El asesino’ es un thriller modélico y esquemático en el que sus puntos fuertes residen en la visión de un director que conoce como nadie las normas y los elementos de este género.