Con tan solo 5 años vi en el cine ‘Los cuatro fantásticos‘, la de 2005, y mi vida cambió para siempre, obsesionándome por completo con esta película y con todo el mundo de los superhéroes en general. A día de hoy sigo teniendo un cariño especial a esa película y a su secuela y las defenderé siempre pase lo que pase.

20 años después vuelvo al cine a ver la nueva adaptación de la legendaria familia superheroica, con gran anticipación y cierta cautela. Intentando apartar el inevitable sesgo nostálgico y emocional, he de decir que, de entrada, la película ha cumplido notablemente mis expectativas.

El título de «Primeros pasos» no puede ser más acertado, pues más allá de hacer referencia a su trama principal, con un bebé de por medio sobre el que gira toda la narración, supone también una vuelta a ese Marvel más «cómic«. A un estilo más sencillo, con esa espléndida estética retro futurista cargada de nostalgia que recuerda a los primeros comics de estos personajes publicados en la década los sesenta.

También es una vuelta a centrarse en temas más sencillos, sin grandes entresijos dramáticos ni complejos puzles argumentales. Si la película acierta y funciona es gracias a qué se centra en contar algo tan universal como es la familia y sobre todo la maternidad, tema central de la película.

Una película que va al grano, sin caer en lo reiterativo, con un primer acto de un ritmo espectacular, que mediante una sublime secuencia de montaje nos resume todo lo que ya sabemos de sobra acerca de estos personajes respecto a sus orígenes y nos mete de lleno en el universo, el tono y la estética de esta nueva adaptación.

Todo elevado gracias a la «fantástica» partitura de Michael Giacchino, en su mejor trabajo para Marvel desde la iconics sintonía de Los Vengadores.

Y tras este primer acto, el ritmo no decae hasta el final, aunque si que es cierto que el film decide apostar por escenas más dramáticas y de construcción y desarrollo de personajes en lugar de las tradicionales secuencias de lucha y demostración de poderes a las que una película de estas condiciones nos tiene acostumbrados. Toda una decisión bastante arriesgada que la distancia del resto del films del UCM y que no necesariamente supone una decepción, sino más bien un avance.

Porque al final todo esto hace que acabes conociendo y empatizando con sus personajes. Y es que una de las grandes bazas de la película es su reparto que, a pesar de mis recelos iniciales, cumple con sobresaliente su misión. Empezando por un carismático como siempre Pedro Pascal como un Reed Richards más humano y vulnerable.

Aunque es la Sue Storm de Vanessa Kirby quien lleva todo el peso dramático de la película, dónde la actriz demuestra sus grandísimas dotes interpretativas logrando emocionar y hacer contener la respiración, especialmente durante el clímax. Ella es el mejor acierto de este nuevo cast sin ninguna duda.

Ebon Moss-Bachrach es perfecto como La Cosa, que funciona como entrañable alivio cómico, casi totalmente despojado del carácter más trágico del personaje. Joseph Quinn como Johnny Storm cumple con su papel, con una gran presencia y vis cómica, pero la sombra de Chris Evans es muy alargada (sobre todo cuando no hace mucho que nos reencontramos con su Antorcha Humana en ‘Deadpool y Lobezno‘).

Aún así el actor no defrauda y es especialmente notable su química con la Estela Plateada de Julia Garner, quizás el personaje con el arco dramático más marcado del film. Actriz que este mismo verano ha protagonizado también la muy comentada ‘Weapons‘.

Julia Garner as Shalla-Bal/Silver Surfer in 20th Century Studios/Marvel Studios’ THE FANTASTIC FOUR: FIRST STEPS. Photo courtesy of 20th Century Studios/Marvel Studios. © 2025 20th Century Studios / © and ™ 2025 MARVEL.

En definitiva, ‘Los Cuatro Fantásticos: Primeros Pasos’ es una emocionante vuelta a los orígenes de Marvel, con una estética y una construcción narrativa que dista por completo de lo que el gran estudio nos tiene acostumbrados y con un gran reparto que, a pesar de no tenerlas todas conmigo en un inicio, me ha acabado enamorando (incluido el entrañable Herbie).

Como así lo ha hecho una película que, apostado por lo sencillo y apelando a temas universales, me ha acabado también ganando un poco el corazón y me ha hecho volver a sentirme como ese niño de hace 20 años.