Alexander Payne, director de películas tan excelentes como, ‘Entre copas‘ (2004), ‘Los descendientes‘ (2011) o ‘Nebraska‘ (2013), vuelve a la comedia con ‘Los que se quedan‘, una sencilla y entrañable comedia dramática con unos personajes redondos a los que, con sus capas e imperfecciones, acabas cogiendo cariño.

La película tiene un tono muy cálido y acogedor que la convierte en clásico navideño instantáneo y un estilo visual que homenajea directamente al cine de la década de los 60/70, nada más empezar los créditos iniciales.

Paul Giamatti, que vuelve a colaborar con Payne años después de ‘Entre copas’, está, como siempre, sobresaliente y derrocha carisma y personalidad. Pero las dos grandes revelaciones son sus dos compañeros de reparto. Por un lado está Dominic Sessa, el gran descubrimiento del film que actúa como perfecto contrapunto para el personaje de Giamatti y que encarna además el verdadero corazón de la película.

Por otro, esa gran robaescenas que es la Mary de Da’Vine Joy Randolph, un personaje que carga con una gran herida a sus espaldas pero que aún así funciona increíblemente como alivio cómico. Los tres merecen estar nominados a todos los premios.

Payne nos regala así, en definitiva, una entrañable y entretenida película con tres carismáticos personajes (a su manera) y un guion redondo e inspirado lleno de diálogos realmente divertidos. Tratando además importantes temas como la soledad, el duelo o la depresión y destinada a formar parte de la colección de visionados navideños obligatorios.